En mi opinión, y sobre todo en mi experiencia la temperatura ideal, tanto para la incubación de los huevos como para el desarrollo de las crías, es un poco más elevada, en torno a 32-33 grados. A esa temperatura los huevos eclosionan antes y las crías se desarrollan hasta adultos mucho más rápidamente.
En cuanto al fotoperiodo hay que tener en cuenta que son animales de hábitos nocturnos, y por tanto se benefician del mantenimiento de un ciclo luz/oscuridad de unas 12 horas.